Rob Trujillo ha trabajado con la estrella colombiana desde 2017, cuando abrió para Luis Fonsi.
En la nueva franquicia “Las Estrellas Detrás de la Estrella”, los editores de Billboard Latin y Billboard Español comparten historias que aún no se han contado sobre quienes no suelen estar frente a los reflectores. Piensa en “todo lo que no se ve detrás de cámaras” o “todo lo que sucede detrás de escena”. Estos héroes anónimos que son esenciales para el equipo de un artista y su fundación. Hoy destacamos a Rob Trujillo, director musical de Karol G.
Cada noche que Karol G sube al escenario durante su gira por estadios Mañana Será Bonito, se embarca en un show de aproximadamente 2 horas. Un viaje musical que lleva a los fanáticos en una montaña rusa de emociones, resaltado por arreglos y sonidos que no pueden escuchar en sus grabaciones de estudio. Es parte de la magia de una presentación en vivo. Y en la gira de Karol G, el encargado de ejecutar su visión musical es su director musical, el multiinstrumentista Rob Trujillo.
Nacido en Santiago de Chile en el seno de una familia con antecedentes musicales (su abuelo es el renombrado pianista Valentín Trujillo), los deberes de Trujillo como director musical incluyen determinar la lista de canciones del espectáculo, crear momentos especiales, arreglar la música y ejecutar la fluidez del show.
Trujillo empezó su carrera trabajando 14 años con Myriam Hernández, una de las voces más queridas de Chile y Latinoamérica. En 2016, se mudó a Estados Unidos, y un año después comenzó a trabajar con Karol G.
En 2017, Karol G fue invitada como telonera de la gira Love and Dance US Tour de Luis Fonsi, y esto marcó el comienzo de un nuevo capítulo en su carrera musical. Rob Trujillo ha desempeñado un papel vital en numerosas actuaciones de Karol G, incluidas sus apariciones en los Grammy, los Billboard y Coachella, por nombrar algunas. También dirigió recientemente la actuación de Karol G en el programa televisivo Good Morning America y estuvo a cargo de la actuación histórica de Karol en Lollapalooza, donde fue la primera mujer latina en encabezar el festival en sus más de 30 años de historia.
Dentro del mundo de las presentaciones de música en vivo, muchas piezas forman parte del rompecabezas y se trabaja meticulosamente en un sinfín de detalles detrás de cada concierto, gira, festival y más. En una entrevista exclusiva con Billboard en Miami, Rob Trujillo nos llevó a través de este fascinante proceso creativo musical tras bambalinas.
¿Cómo describirías el trabajo de un director musical?
El director musical es la persona que está a cargo de todo lo que se refiere a la música de un espectáculo. En términos futbolísticos, como futbolero que soy, es como el director técnico.
Yo soy el responsable de todo lo creativo en cuanto a la música, el setlist, las versiones, la curva del show, [que es muy importante para los shows]. Cómo lograr emocionar a la gente, emocionarlos de una manera como de fervor o algo más íntimo y que lo recuerden. A esa curva realmente yo le llamaría un viaje. Es hacer un viaje. Que cuando la persona vaya a ese show sienta algo totalmente diferente a lo que se escucha en las plataformas digitales de música.
Yo veo los videos, los charts, leo la letra. ¿Por qué? Porque con ver el chart puedo saber dónde lo pongo en el checklist. Veo el video, porque quiero saber qué se imaginaron creativamente los artistas, y lo que querían ellos en ese momento. Eso es lo que yo tengo que tratar con mi versión de comunicarte.
¿Nos puedes llevar, paso a paso, en lo que es la preparación de una gira con Karol G?
Todo empieza con el propósito del tour: si es por un álbum, si es por alguna celebración de algo especial, etc. Todo tiene que ver con el concepto del tour.
Después de eso, se arma un setlist de las canciones que pueden estar, y luego de eso, yo empiezo con el trabajo creativo que respecta solo a mí, donde yo trabajo las canciones y las versiones en vivo de esas canciones, los nuevos arreglos musicales, hago la propuesta estética. Hago un demo por cada canción, para que primero que nada, el artista pueda escuchar y me diga si le gusta, cambiemos esto, no me gusta. Todo tiene que ir con su aprobación, y desde ese punto en adelante ya empezamos a trabajar.
Una vez que yo ya obtengo la visión del artista, yo me vuelco a inventar creativamente. Si estoy en mi estudio, o estoy en un hotel, tengo un teclado acá, un bajo y unas guitarras. Y según lo que me van pidiendo, yo voy construyendo. Tomo la canción, hago la batería con el teclado para mostrarle después al músico lo que tiene que tocar.
Y después eso, un poquito respondiendo a lo que me dijiste antes, yo soy muy estructurado. Entonces, yo sé con esa estructura mental qué es lo que está sonando perfectamente.
Es un momento muy como introspectivo, creativo, y creativo a nivel musical, pero también a nivel de imagen. Porque yo me estoy imaginando lo que va a funcionar con 25.000 personas o con 70.000.
¿Qué tanto se improvisa o se puede improvisar en un show en vivo?
En el caso mío, yo no soy mucho de improvisar. Yo soy muy ordenado y me gusta mantener eso, porque es bueno para el equipo también. En un show no solamente es la música, la música es la matriz de todo. Si no hay canciones, no hay show, básicamente. Si el artista no hace las canciones, no hay un show. Entonces, todo lo que se desprende, que son las luces, el escenario, las pantallas, los fuegos de artificiales, todo, van en relación a la música y todo lo que está alrededor de la música es para potenciar eso, entonces tiene que haber sincronía.
¿Y cuál es el reto de hacer una gira de estadios versus una de arenas?
Bueno, es diferente partiendo por la cantidad de gente que puede vivir la experiencia. La infraestructura también de una arena es diferente a la de un estadio. Hay posibilidades creativas que pertenecen al diferente concepto que uno esté trabajando. Pero uno tiene la imagen del gran concierto en un estadio. Cuando uno veía los conciertos de grandes artistas y era un estadio, yo creo que el formato estadio es el formato más grande que uno puede llegar como artista a trabajar.
Es diferente. A mí me gustan mucho los dos, pero creo que el estadio me emociona un montón.
¿Cómo se decide el orden de los temas?
El set se va definiendo en base a varios criterios. Hay criterios primero que son de emoción, que tienen que ver también con el material nuevo que vaya saliendo, con cuán grande pone la canción y qué queremos ir entregándole a la gente en cada momento del show. Podemos estar haciendo un hit como “Bichota” y luego queremos transportarlo a algo como “El barco”, que por ejemplo ahí hicimos un arreglo de bossa nova, un poquito de bachata. Después viene esto mexicano, bien mexicano, espectacular: ella se toma los shots, la gente está con ella.
El setlist lo vamos armando en torno a cómo queremos emocionar a la gente y para dónde los queremos llevar. Básicamente, ese es el resumen. Qué viaje queremos para la gente es el setlist que vamos a tener.
Lo especial que tiene el setlist es que es como el guion de la película.
Por Ingrid Fajardo